sábado, 7 de mayo de 2016

Vida de una desempleada, primer capitulo.

Cuando no tienes un objetivo concreto, los días no parecen ser una sucesión de amanecer-anochecer, si no que se convierten en un día eterno, dónde todo es igual, dónde la tranquilidad asfixia.
Y sólo llevo un mes en mi casa.
Pero estoy siendo paciente y no me estoy hartando de llorar como la última vez que quise deshacer mi vida para rehacerla de nuevo. También tiene que ver la experiencia y los años, que no pasan en vano. 

Y hablando de años, queda menos de un mes para que sume un año más a mi calendario vital.
Lo cierto es que me aterra el hecho de cumplir años, porque siempre que pasa, tengo la sensación de que no estoy haciendo nada productivo ni que merezca realmente la pena, aunque en fuero interno, sepa que es no es del todo cierto.
Parece que fue hace un verano cuando estaba cumpliendo los dieciocho. ¿Dónde están estos cinco años que han pasado? ¿Me los van a devolver?
Y aunque siga aquí, en la misma habitación, con el mismo ordenador portátil quejumbroso y escribiendo esto, todo ha cambiado. 

La diferencia más notoria, es que yo he sido la que he cambiado, pero toda la gente de mi alrededor también lo ha hecho, mi casa no es la misma, mis circunstancias no son las mismas. Y aún así, me parece que no hay ninguna novedad.
Supongo que es lo que tiene vivir en una casi ciudad o un pueblo grande, que los avances de todo tipo, pero principalmente morales, sólo los ves en las grandes ciudades, dónde a nadie le importa quién eres, ni que estás haciendo, ni porque te has hecho eso en la cabeza.
Creo que eso es lo que me ahoga de vivir aquí. Ver las mismas caras, las mismas calles y casas, los mismos pequeños negocios, los mismos bares de cervezas y el mismo pub de moda al que va todo el mundo. 
Los muchachos parecen réplicas exactas del programa de televisión de moda, con esos pitillos ajustadísimos que no dejan respirar su virilidad y el tupé cuidadosamente peinado hacia atrás.
Las niñas se creen instagramers (no sé si se escribe así), con sus looks desenfadados de vaqueros rotos y crop-tops con mensajes rompe-esquemas. Vivan las melenas lametón de vaca y las uñas falsas.
No hay nada original, no hay ninguna apuesta por algo extraordinario.

Lo que si estoy haciendo es ejercicio y gracias a un invento casero o DIY, que se diría ahora. Es una manera tonta y fácil de hacerme mover el culo de la silla, lo que me está dejando unas piernas de escándalo y un estado de bienestar bastante importante.
Por lo demás... sigo acumulando paciencia, como puedo, cuando quiero. Crecer te hace darte cuenta que no vale discutir por cosas que no van a solucionarse, ni por mentes cerradas que no van a abrirse.
Cada loco con su tema.

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. Ostras, ¿se eliminó solo o qué pasa? Me va fatal blogger, se me suscribe a blogs solo y se me desuscribe de otros :S. En fin, decía que todo el mundo alterna entre periodos de actividad frenética y otros en que parece que el tiempo no pasa y todos los días son iguales. El aso, como dicen ahí abajo, es reinventarse y sentirse productivo en otras áreas. Saludos.

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  2. leer tu blog es como leer uno de esos libros buenisismos en los que solo quieres leer mas y mas y mas, yo me seinto asi cuando estoy de vacaciones de la universidad- Honestamente para mi no hay cosa peor que estar asi , pero le da a uno un tiempito como para re-inventarse ! Un beso amiga.

    Miss

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    1. Otra cosa no, pero de tiempo dispongo para hacer mil cosas.
      Gracias por pasarte :)

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