lunes, 2 de mayo de 2016

Resumiendo mi vida en este punto.

Aunque parezca mentira, el tiempo pasa demasiado rápido. En mi caso, últimamente parece la sucesión de días terriblemente parecidos, porque estar en el paro, es lo que tiene. De cualquier forma, intento mantenerme ocupada.
La verdad que el cambio de estar trabajando todos los días, a estar todo el día en casa, está siendo todo un proceso de adaptación. 
Intento no sentirme inútil, haciendo cosas en casa y también nutriéndome mentalmente. No quiero perder la costumbre de leer y estudiar, porque nunca se sabe cuando vas a empezar algo nuevo. 
Lo cierto es que hacer ejercicio ayuda bastante, porque es algo que me ayuda a ver progresos físicos en mi, pero sobretodo a nivel mental. Intento siempre darme ánimos a mí misma, recalcando frases positivas en mi mente mientras estoy con la bicicleta o cogiendo pesas. 

Pero, siendo sinceros, tener tiempo libre, te deja mucho vuelo a la imaginación y a reparar en cosas que cuando trabajas diez horas no percibes. Y es que cuando estás inmerso en otras cosas no eres nada consciente de todo lo que sucede a tu alrededor. Y eso es básicamente lo que pasa. 
Entiendo que yo soy bastante exigente en todo lo que hago, por eso me frustro con tanta facilidad. Pero, aunque suene prepotente, no voy a aceptar menos de lo que yo doy. Cuando trabajaba no tenía tiempo material de analizar la situación entre el trabajo y la enfermedad de mi padre. Pero, ahora si dispongo de ese tramo temporal y no pienso desaprovechar mis ganas en gente que lo único que hace es exigir,extraer, chupar y olvidar. 

En casa, todo anda más o menos tranquilo, aunque hay veces que ese silencio se me hace insoportable.
Tanta paz, y calma, me pone los pelos de punta. Porque acentúa más lo extraño que es todo y el giro tan radical que ha dado nuestras vidas en 3 meses. No parece ni mi casa, ni mi familia. A veces realmente dudo de si esto está pasando de verdad. Luego lees papeles, informes médicos y asientes con pesar, porque si, está pasando y es lo que hay. 
A causa de eso, paso mucho tiempo encerrada en mi habitación. No me siento orgullosa ni mucho menos, pero hay momentos que no puedo respirar esa calma tan pesada que podría cortarse con cuchillo. 

En conclusión, no estoy muy mal, porque estoy adaptándome a esta vida poco a poco y trato de tener una paciencia infinita para no acabar histérica. 
Feliz lunes. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario