domingo, 20 de agosto de 2017

Relaciones y taras mentales.

Recuerdo cuando llevaba más o menos una estabilidad a la hora de escribir aquí. Hubo un tiempo que incluso era un hábito y no me costaba apenas encontrar la forma más clara de expresarme aquí.
Es curioso, a veces creo que con los años me he vuelto más hueca. 

Leo textos de cuando tenía 17 o 18 años y me parecen pequeñas obras de arte. Y ahora, cada vez que releo algo que haya escrito hace relativamente poco, me parece que es una auténtica bazofia
Como si con los años hubiese perdido el toque, la chispa, la esencia literaria.
Pienso que cada uno de nosotros tiene su propia marca, la que hace que sus escritos y textos sean originales, inimitables, que reconozcas al autor con leer un párrafo, como un perfume personal. 
Supongo que vengo aquí en la búsqueda de eso mismo, de esa parte de mi que aún creo que existe y que está escondida en algún lugar de mi cabeza.

Se supone que con el tiempo vas madurando, y al madurar, pierdes en dramatismo. Igual era eso, lo que me hacía creerme que era especial y diferente. Pero no voy a mentir, he perdido el dramatismo a base de desengaños, porque la vida es muy buena maestra y se encarga de espabilarte con sus propios medios.
Pero no venía aquí a hablar de eso. Quería escribir sobre relaciones, relaciones de toda clase, aunque principalmente, relaciones de pareja. Dependencia emocional, quiero decir.

Porque si, yo soy muy dependiente. Aunque en mi fuero interno, he estado toda mi vida pensando que no, que el día que yo me enamorase, la dependencia no iba a ser una de las cualidades que yo quería tener con respecto de mi pareja. ¡Qué equivocada he estado!

Soy realista, yo sé que soy muy dependiente, porque tengo una autoestima hecha pedacitos pequeños pegados con pegamento barato, que de vez en cuando hace el apaño, pero tienes que ir con cuidado para que no se despeguen todos los trozos. 
Tenía que haber trabajado más en quererme tal cual soy, con todas mis taras mentales, pero no, he preferido dejar esa asignatura pendiente, y ahora, me está pasando factura.
En otras relaciones, no ha sido así, porque siendo honesta conmigo misma y con este blog, no he dado tanto "oficialmente", como para que me afectase a estos niveles. 
Que intento luchar y lidiar con ello a diario, y dejar de ser una zorra de manual conmigo misma. 
Aún así, hay cosas que me hacen mucho daño. Y son cosas, que yo soy consciente que no vienen de fuera, que es algo en lo que yo tengo que trabajar y desarrollar, aunque hay veces que es imposible.

Y lo que es aún más difícil, es intentar hacérselo entender a la persona que tienes al lado. A veces veo su desesperación en los ojos, y es cuando sufro un pequeño bloqueo mental y no sé qué hacer ni qué decir. 
Lo he intentado alguna vez que otra, pero de nuevo, me invade ese terror a que sepa tanto lo que hay dentro de mi... Y no es que esté especialmente jodida, pero hay cargas emocionales, que no he terminado de soltar. Y porque soy egoísta, hay cosas que quiero que se queden para mi nada más.
Aunque luego me den mis temidos bajones, y se percate de que algo no anda bien en mi cabeza.

Mi pregunta es: ¿Siempre ha sido así de complicado?

7 comentarios:

  1. Y yo creyendo que esa sensación de oquedad era sólo mía...
    Cada palabra, la suscribo. Todo.
    Los años te cambian, aunque no te des cuenta.
    Y te cambian a peor. Más cínica, fría....si....zorra de manual.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y no me parece mal, siempre y cuando extirpe todo lo que nos hace daño... Pero me da miedo pensar, que se ha perdido toda la magia, toda la ilusión de las cosas nuevas.

      Eliminar
  2. Darte cuenta de como es la gente y todo lo que te rodea solo es cuestión de tiempo, como bien has dicho la vida es muy buena maestra. Creo que conforme vamos abriendo los ojos mas solos nos quedamos, así que quiérete, ámate, y no dependas de nadie para ser feliz. ¿Miedo? Quien no tiene miedo a algo, pero todo en esta vida se supera y uno aprende a vivir sin temores.

    PD: Pasate por mi blog, soy nueva por aqui y aun no entiedo bien esto, un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Basicamente si, es lo mejor, aceptar que nosotros debemos ser nuestra mejor compañía en absolutamente todo.
      Y el miedo... pues a veces hace acto de presencia y otras veces nos hacemos los valientes.

      Eliminar
  3. Hacia siglos que no te leia, como me alegro de reencontrarte!!! Espero q sigas con el blog, siempre que te convenga.
    Que fiasco lo del curro tener que volver a casa de tus padres y todo eso :( y si, la hosteleria es muy dura, es dificil aguantar ese ritmo de vida para siempre.
    Me quedo con lo de que los desengaños t hacen perder dramatismo. Desde luego que si.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo estoy también poniéndome un poco al día con tu vida, después de todo, es como si nos reencontrasemos en este lugar.
      Y fiasco...bueno, supongo que es muy difícil mantener un ritmo de vida normal, cuando psicológicamente acabas machacada.
      Espero seguir teniendo noticias tuyas bonita :)

      Eliminar
    2. Bonita tu!!
      Me acuerdo de que hasta llegamos a hablar por meesenger, allá por el 2011... qué tiempos

      Eliminar